16.8.16

Something happened

When she first called,
he fell asleep.
Nobody knows why.
He fell asleep.
When she passed by,
He woke up.
Slowly, but woke up.
But when she crossed the street,
far away from there,
he breathed,
deeply breathed,
and started to dance.

Recto, no hay forma de perderse

No mires al cielo
no pidas consejos
sigue el latido de la brújula en tu pecho
y avanza hacia el horizonte.
No hay manera de equivocarse
cuando se sigue al corazón.

Reflexiones sobre el amor

No confíes en quien te jure amor eterno.
El amor fluye, se amolda, se agiganta y también,
se rompe para siempre.
Desconfía de quien te ame sin conocerte,
el amor es confianza, es deseo, es pasión, 
pero también conocimiento del otro ser,
de sus defectos, de sus talentos.
Y huye de quien diga amarte y no pensar en hacerte el amor,
porque el amor con amor se siente,
en la piel, en los huesos, en lo mas profundo de tu cuerpo.
Pero no reniegues del amor, 
de sus virtudes, 
del mundo extravagante al que te transporta,
porque el amor es vida,
alimenta el hambre mas intenso,
las ganas de ser y de existir.
No confíes, y huye,
pero detente cuando lo sientas,
y abrile la puerta,
hacele lugar para que te abrace,
porque por mas que se esfume fugazmente,
sólo el amor al amor enciende.

15.8.16

Carta de invitación

Te invito a perdernos juntos en la noche a olvidar quiénes somos, olvidar los nombres. A cantar a dúo canciones de amor desesperadas, que hablen de soñar, del tiempo, y de vos. O de nosotros. Te invito a comer un pedacito de felicidad, o a comerlos todos, para qué guardar para después si hoy estamos acá con este frío, con esta noche, y con estas ansias de devorarlo todo. Te invito a despojarnos de vergüenzas y temores, y ser mas que una simple voz en la distancia. Te invito a ser mi canción, mi chocolate, mi noche y mi felicidad.

Caro a-precio

La vida es una mierda, dicen algunos ingenuos que no pueden ver la felicidad que los rodea y de brazos abiertos los espera para cambiarles sus días para siempre. La tristeza tiene un poder rotundo pero sobre valorado, es el precio mas caro por cerrar los ojos y mirar pasado, en lugar de abrirlos y soñar futuro. Caro es el precio a pagar por una vida bella, de sonrisas y de canciones gritadas a destajo y voz partida. Caro es el costo de sacarse la mochila, de soltar el lastre, de dejarse elevar dejando todo atrás, allá abajo, allá lejos. Pero siempre hay un militante del amor dispuesto a trabajar en doble turno para pagar el costo de esa tortura, para saldar las deudas de un pasado sin tregua que quiere cobrar con tu felicidad las facturas pendientes. Un soñador herido que te entrega un cheque en blanco para que coloques en él la cifra indescifrable de tus sentimientos. Sólo hace falta que te animes a abrirle la puerta al inversionista de palabras claras que puede ayudarte simplemente a sonreír.

Ella en un mar de gente

En un mar de gente desconocida él la busca, busca verla de lejos y poder distinguirla, única entre la multitud, brillando, sobresaliente, con su luz propia. Y busca encontrar respuesta a la duda que le cierra el pecho, que le saca el aire y no lo deja respirar. Encuentra niños jugando, perros paseando con sus colas alegres, madres con sus hijos en brazos parejas de la mano, amándose. Ella no aparece. La tarde cae, y con ella el frío, que lo abraza y lo cubre, le estremece los huesos, y sube la fiebre. Y ella, ella no aparece.

12.8.16

Caminos y parajes

El devenir extraño de la vida es impredecible.
A veces perverso, a veces gentil, nos pone a los pies servidos caminos nuevos, ya transitados por otras vidas y otros zapatos, pero a estrenar en nuestro venir por acá.
Supone desafíos constantes, rutas con curvas y desiertos rectos, con paisajes que implosionan a ambos lados, a veces destruyéndolo todo, a veces creando mundos nuevos.
La cuadra del barrio, las maderitas de mi abuelo, las uvas del parral que aún conservo en mi paladar. 
La torta de receta irrepetible que marcó mi infancia, el sueño que fui de quien tuvo que partir antes de tiempo.
Las distancias costumbre que hicieron las despedidas algo cotidiano, un hasta luego de tiempo incalculable, un ojalá te vuelva a ver en esta vida con sabor a poco probable.
Las mil margaritas deshojadas por un niño desgarbado, diminuto, que nunca pudo confesar su amor a sus tantos amores inalcanzables.
La mujer más hermosa del pueblo, de sonrisa enorme, de pelo oscuro y brillante, paseando por la calle del centro, inmutable ante la mirada romántica de un adolescente callado en la esquina de aquel banco.
Maestra de la ternura y de los juegos, reservada para niños en cuerpos de niños, en voces de niños, en tiempos de niños.
Las horas eternas jugando al fútbol en el lugar prohibido para nosotros, pero abierto para que multitudes azoten el suelo sin piedad.
Las tarden enteras mirando nada, diciendo nada, pasando las tardes esperando algo que nunca sabremos qué será.
Tantos caminos tiene la vida, impredecible, tiñendo de elige tu propia aventura un destino que está sesgado por todos los costados. 
Recuerdos imborrables y olores tan palpables que no volverán, personas que quedarán por siempre, en la distancia, tan presentes.
Momentos calados hondo como cincel de aire en molde intangible y penetrante.
Tesoros invaluables sin valor alguno para quien no sabe mirar desde mi pensar.
Tantas cosas que quedaron en caminos olvidados, en tiempos lejanos, en el sendero degastado de tanto caminar.
Y ella, que se cruza otra vez por esta senda, y sigue siendo la mujer más hermosa del pueblo, con su sonrisa mágica, con ojos más nostálgicos que entonces, pero cargados de belleza que emana de su alma bella, bella como su sonrisa mágica.

Sólo hacerte el amor, salva

Sólo hacerte el amor tapará tanto ruido,
tanta espera, tanto olvido,
y devolverá sentido a las cosas,
al universo, al mar, a mi puño vacío.
Sólo hacerte el amor vencerá a las tinieblas,
y gobernará sonrisas de pueblo enaltecido,
de victoria absoluta,
de juegos de niños vecinos.
Sólo hacerte el amor te mostrará mi alma,
y encenderá pasiones legendarias,
inéditas, 
de las que nadie antes te habrá podido contar.
Sólo hacerte el amor te encenderá por dentro,
porque el fuego prende al fuego,
y apaga al vacío, y apaga al miedo,
y apaga la duda de habernos rendido.
Sólo hacerte el amor dará sentido al alba,
al despertar tendido con mi pecho revuelto,
con tu cuerpo prendido,
con el profundo eco de todos, todos tus gemidos.

Sin vueltas

Dejame decirte algo.
Voy a decirlo sutilmente,
para no asustarte. 
Voy a entrar en tu mente cuando no lo creas,
voy a volar tus miedos y tus tormentos, 
tu fragilidad y tu cordura,
y voy a apoderarme de cada uno de tus pensamientos.
Voy a cerrar tus ojos para que no me veas,
para que sólo sientas lo que te digo,
lo que te siento,
lo que te abrigo.
Voy a romper cada una de las cadenas
que te separan de mis brazos.
Voy a demoler el tiempo, la distancia, la edad, la altura, y cada uno de tus argumentos.
No voy a dejar que digas nada,
porque tu boca está reservada para mis besos,
no voy a dejar que digas otra cosa más que yo también te quiero.
Vas a soñar que llego a toda hora,
que nos miramos con extrema potencia
y conectamos con suspiros nuestro ser.
Vas a querer que me quede para siempre dentro tuyo, lo vas a hacer.
Vas a decirme despacio al oído palabras simples (ya no me ignores),
y con un beso sutil vas a desmantelar esta postura,
y caeré rendido a tus pies,
seré esclavo de tus manos
y mendigo de tu piel.

Bruno

Su destino era ser amado como ninguno. 
Lo llevaba en la sangre.
Las risas,
los juegos de mi mano,
los cuentos y dibujos,
los viajes y paseos.
Los días eran de colores en su mar de sueños, en su calma clara.
Los deseos ya no eran pasajeros
y sus paredes cálidas retumbaban tequieros.
Pero su gen demoledor torció el destino,
y su sangre pura como su alma
perdió el sentido y la orientación. 
Y me vi obligado a dejarlo ir,
dejando un futuro de sueños rotos,
un vientre herido y en llanto eterno,
un calvario sin tregua, 
un ocaso sin retorno, 
y un amor eterno y compartido, 
porque se fue amado como buscado,
y con él mi alma,
mi ser,
y mi felicidad.
Bruno duerme conmigo en cada tormenta,
fluye en cada lágrima, 
y ríe en cada deseo.
Será por siempre lo que no ha sido,
duerme tranquilo, mi amor perdido.

11.8.16

Quédate conmigo

Quédate conmigo, aunque sólo sea esta noche,
y no dejaré un rincón de tu cuerpo sin su beso.
Déjame explotar todos tus sentidos,
y mañana dime que me vaya, te desafío, te lo pido.
Duérmete a mi lado, que el sueño caiga tras risas y gemidos,
así tendré el amanecer más dulce que jamás haya soñado.
Baja la guardia, ábreme la puerta,
prometo sólo atacarte con pasión, robarte la sonrisa,
desordenar tu cama, volverte loca y huir,
hacia lo mas profundo de tu corazón.

10.8.16

Encuentro de domingo

La miró pudoroso al conocerla, 
bajando la mirada y mirando al cielo,
al cielo celeste como sus ojos celestes,
brillante como sus ojos celestes brillantes.
Sabía que cada palabra definía un todo o nada,
era una delgada línea,
delgada como su figura delgada,
potente como su figura delgada potente.
Cuidó cada susurro y cada gesto,
calmando la ansiedad de ese momento,
tenso como su pulso tenso,
ardiente como su pulso tenso ardiente.
Y quiso decirle tantas cosas,
que quedó en silencio absoluto,
mudo como el silencio absolutamente mudo,
cortante,
como el adiós que ella susurró en silencio tenso, 
girando su delgada figura,
ocultando sus ojos celestes,
dejándolo impotente,
solo bajo ese cielo brillante y ardiente.

Un recorrido por la vida

La edad nos pone maduros, el tiempo nos llena de consejos, los años pasan página y ahí es donde queda sólo lo bueno.
Quedan los recuerdos, los tristes y los mas bellos, los olores de las cosas amadas, los sonidos de las risas pasadas.
Vienen desde siempre los amigos, aún los nuevos, todavía los viejos. 
Y quedan para siempre los que valen vida, los que abrazan fuerte y en silencio.
Pasan los que ocuparon aire, los que llenaron todo y dejaron nada, los que se fueron y allá están, bien lejos.
Nacen raices nuevas con cada luna, y riegan el alma, peinan nostalgias, alumbran moradas.
Pasa el tiempo y vamos creciendo, y vive lo nuevo, y vive lo viejo.
Y queda siempre como reflejo, quienes fuimos lejos, quienes somos aquí adentro.

Jugar

Jugar
como expresión del alma
como explosión del cuerpo
como manera de amar.
Jugar hasta que sangre el tiempo
hasta que sólo haya silencio.
Jugar contigo
a la rayuela
a la escondida
a ser tu deseo.
Jugar a amarte saltando al cielo
a amarte a escondidas
a ser lo concreto.
Jugar como siendo niño
hasta el cansancio
hasta la noche
hasta dormirme aún sin querer.
Jugar
que nada mas importa
que esto es un juego
la vida misma
vos y mi anhelo.
Juguemos...

Huellas

La casa vacía,
los perros ladrando,
el sillón,
y yo...
El gato cazando,
las flores secas,
la soledad,
y vos...
Un anhelo, 
la muerte,
cicatriz profunda,
y nada,
ni nadie,
el fin es hoy.

Siendo hacia delante

Sacando todo lo que hay guardado, que lo que queda adentro duele acá afuera.
Dejando fluir las cosas que no se ven, para dejar de lado bien a un costado lo que molesta.
Tratando de enriquecerse con poca cosa, que dar valor a lo invalorado no es un pecado.
Volando con las palabras en cielo espeso, si falta un beso ya va a caer por su propio peso.
Viajando con la certeza en buenas promesas, que ser completo, aunque no lo creas, va en la cabeza.

Presagio de una noche sin destino

Con el cuerpo cansado por motus propio y la noche encendida en su propio brillo, caminó consciente de cada paso, aunque aturdido por la distancia, el frío y el desamor.
Recorrió paredes, montañas, mares y migajas, y sólo vió que el cielo guía cuando no hay norte, que el río grita cuando uno calla, que el viento sopla cuando se elevan velas y alas.
El día lo alcanzó sonriendo, pensando en que todo sueño ha de recordase en algún momento, que la calma nocturna se parece a su corazón cuando no lo escucha, que la arena en sus zapatos es sólo el eco de lo que fue dejado en el camino.
Así encaró su rumbo, sin rumbo, y miró el sol, quedó ciego, y disfrutó.

Ser

Soy.
Eres espejo.
Somos despojos de un sólo beso.
Seremos manos y todo eso.
Serás lucero libertario.
Será un momento de eternidad el que habrá sido.
Sé, que es lo que importa.
Seamos.

Si pudiera

Si pudiera decir las cosas que escribo, 
ay, si pudiera, decirlas con sonidos.
Si pudiera mirar de frente y no sentir temblores,
decir lo que dicen mis manos y no mi boca,
poner en tus oídos lo que sólo se poner en otro de tus sentidos.
Ay, si pudiera, 
decir lo que digo cuando no lo digo,
ser quien escribe cuando no escribo,
ser lo que soy cuando estoy conmigo.
Si pudiera verte como hoja en blanco,
como un papel, como una pantalla,
y escribir sobre tu cuerpo mis pensamientos,
dejar fluir mis sentimientos,
ay, si pudiera.

9.8.16

Seré

Si, seré quien cambie tu presente y te alumbre como nadie. 
Y serás feliz como nunca, como nunca antes.
Pero no lo sabrás, porque no me animaré a hablarte.
Y encontrarás en mi los sueños perdidos y el anhelo mas fuerte.
Pero no pasará porque no me animaré a buscarte.
Y se que te haré reír cada día,
porque tu sonrisa se enciende como supernova y nada la supera.
Pero no lo veré porque no me animaré a mirarte.
Y seré la calma que llega cuando cae el día,
que te enciende cuando tu cuerpo recorre,
que te eriza la piel en un leve suspiro,
que te eleva y asciende en un abrazo hervido.
Pero no lo sentiré porque no me animaré a acercarme.
Y tu serás todo, mientras yo soy nada,
y seguirás siendo nada, porque me guardaré mi todo,
que es tuyo,
pero me lo quedo,
egoísta,
cobarde.

Sueño de Soledad

Nunca la había soñado desde entonces. Y hoy apareció, tranquila, sonriente, como si nada. Me preguntó cosas cotidianas, de su casa que hoy habito. Charlamos un rato con total normalidad, como si nunca se hubiera ido, pero teniendo en claro que ya no estaba. 
De repente, me voy a bañar, dijo. Y la habitación se transformó en una más grande, brillante, casi vacía, de paredes de vidrio esmerilado que aumentaba el resplandor de la luz exterior.
En un rincón, una cama de dos plazas, de sábanas blancas destendidas.
¿Dónde estamos? Pregunté. ¿Qué es esto? Insistí señalando la cama.
Acá descansas vos, me dijo, sonriente, tranquila, con gesto bueno, como en sus días buenos.
No, por favor, quiero vivir, quiero vivir, le dije.
Y abrí los ojos y desperté, sin entender lo que había pasado.
Nunca la había soñado desde entonces, y nunca tuve un sueño tan claro, y que me pegara tanto.
Aún sigue empapado mi rostro.
A los pocos minutos y en pocas palabras otra de las mujeres más importantes de mi vida me alivió el alma, y en la distancia me abrazo y me contuvo, con toda su luz, esa luz que lore siempre irradia.
Ella vino a mostrarme que está feliz. Que se fue tranquila. Porque así la recuerdo en sus últimos días. Y vino a dejarme en claro, por si tenía alguna duda, que estoy vivo, y quiero vivir.
Y en eso estamos.
Viva la vida.
La que nos tocó, con todo lo bueno y todo lo malo.
La vida que quiero vivir.

4.8.16

Desordenado, un poco

Furiosa medida que arrasa con todo, que todo lo pisa y lo vuelve a elevar, que cura y enferma, que tapa y refriega cuando no esperás. 
Profundos, distantes, capaces de ver muy poco aunque penetrantes. Que te intimidan si me dejás, que nada ocultan si sabés mirar.
La carga que pesa sobre mis hombros cuando sueño anhelos y pienso en desvelos que no se dan. La llama que incendia todo, aunque no ilumina, en mi soledad.
Aroma profundo y fuerte que me conmueve y te hace presente, sabor intenso como yo mismo, como la noche.
Vacías van recorriendo palabras que salen corriendo de mis entrañas, sin entender qué dicen, sin pensar qué lloran, sin creer qué ríen. Vacías, sin objetivo, vacías están.
Describe el tiempo, mis ojos, el amor sin destinatario, el café, mis manos.
Desordenado, un poco.
Estamos, así. Sin más.

Soy

Inerte. Como el dolor en tiempos fríos, sedado por el tiempo, sin conciencia del tiempo.
Inconsciente. Como el amor en mar revuelto, en pecho revuelto, en sueño revuelto.
Trashumante. Como mis pies en invierno, como mis manos en primavera, como mis labios en verano.
Hiriente. Como las palabras en caliente, como una brasa caliente, como el volcán en erupción caliente. 
Débil. Como todo yo tras mi coraza, como toda ella en la distancia, como nosotros tras la marea.
Humano. Con los defectos que eso conlleva, como las palabras que el viento lleva, como el silencio que no me lleva a ningún lado.
Romántico. Como las rosas que no perfuman, como el jazmín que secó sus hojas, como la ruda en una vereda.
Y nada. Como lo que dicen mis ojos cuando no miran, como el espacio que te dedico, como las dudas que aún me quedan.
Y todo. Como el futuro que me depara, como el pasado que no se apaga, como el presente que es más que nada.

Entre risas y palabras

Claramente inagotable surcando tempestades
va latiendo inmóvil hacia un punto sin destino,
y devorando las horas entre risas y palabras,
maquillando el tiempo en que no hay verdades absolutas,
va, inconsciente, hacia el futuro.
Distancias que se acortan con sonrisas,
elevan el piso a un nivel desconocido,
donde pisar con ojos cerrados es obligación,
donde el vértigo es el guía,
donde todo y nada pasa a la vez.
Suenan canciones de manos frías, de miradas,
con eco y desfase,
que recuerdan que no siempre es primavera
cuando afuera es invierno
y acá adentro, nada.

18.4.06

Olvido y tu nombre

Fue en un mundo olvidado donde encontré tu nombre
y tuve que soñar para llegar
olvidándome de todo lo demás
olvidando lo que esconde
mi mundo
mi amar.
Fue un consuelo tu rostro despojado de miedos
me pude desahogar
mis mejillas por fin sonríen ya
desterrando el pasado
mis cielos
un nunca más.
Y pude verte así
en mi pecho sonriente
deshojando el tiempo
matando al viento
llorando caricias
ayudándome a llegar.
Y pude hundirme tan solo
confiándome a tu piel
soltando tu rocío
entre mis manos
en un -en vano-
ayudándome a llorar.

14.4.06

Sombras y cenizas

Y si, cambió de golpe
sombrío como el torpe que apagó el reloj
se puso todo triste alrededor
y me marché en silencio
escuchando el abanico de palabras que mañana dirías
y yo esperando acá ese algo
que me de razón quizás
de no largarlo todo cuanto más
que vida es vida en cuanto se
de que vida he de vivir y estoy
de que en vida estás, acá y no yo.
Y ahora hablo un poco con vos
decálogo de sombras y cenizas
con el fuego que consume las heridas
y todo se entromete entre salinas
a poco de subir del todo
para volver a ser
y descarrilar sobre tu cuerpo
y dejar plantado ese rencor
para poder reir
para poder ser yo.

19.3.06

Pensar qué pasó

Y con esto no quiero pensar que es verdad
no quiero dejar de pensar ¿qué pasó?
y no es en vano que cuento tu cuento otra vez
si despierto amarrado a tu cuerpo
y desnuda me sonreís en calma
y susurrándome al oído dejás crecer al viento
dejándome perdido sobre la cama
con tus iniciales tatuadas en el alma
y tu aroma estancado en mi corazón.
Y con esto no quiero pensar que es verdad
no quiero dejar de pensar ¿qué pasó?

18.3.06

Alzheimer para la memoria

Dudando entre el ocaso y el pasado
camina despertando humanidad entre los brazos
abierto a la codicia de las sombras
inerte ante su leve padecer.
Buscando la caricia emancipada
vuela desgastada por auroras temerosas
como roca contra el agua asoma
dulce, siempre, para ser.
Y paso por las cosas de pasada
mirando el cielorraso entre las nubes...
Alzheimer para la memoria
jarabe como miel
placebo presuroso en la discordia
un poco de cimiento entre mis pies.




--- Alzheimer para la memoria, limosna para el hoy también,
la calma que sobrepasa la euforia, silencio, cuando no puede ser ---

14.1.06

La última sombra sobre la arena

Descalza sobre la húmeda arena y contemplando el vaivén de las horas
cansada ya de la derrota y del no encuentro
hundió su anhelo junto a sus dedos
descartando que el dolor no es pasajero en estos tiempos
y con la fría pena de no volver a ver
el tiempo aquél en que el delirio era sonrisa en los pulmones
y que el desvelo era una causa justa en su parecer.
Decidida a desterrarse para siempre de si misma
con la certeza de que el camino se torna gris sobre las olas a su frente
y certeceando no haber nacido en sus pies inertes bajo ese cielo
tomó aire entre sus puños
como besos de aguacero
y echó a correr hacia el jamás
sin ver por última vez
que no podía ver a sus espaldas
al silencioso que bajo lágrimas
la vio partir, ya para siempre
sin debatir el mutuo amar.

Como el viento

Un murmullo seco duerme lento en mi mirada
acorralando el porvenir en un suspiro
desganado, entristecido
esperando el momento en que la palabra
que desprende mi deseo
que acobarda a la razón
desprenda su peso solitario
y al compás del tiempo
me largue a llover.
De a poco el sol florece
en mi pecho ya se escucha la canción
que te nombra en estribillos
que me cuenta que los días mueren lento
aunque tu piel es mi universo
cuando el silencio tiene voz propia
el aire cae en cuentagotas
y de Ivana se viste el viento
y me empapa en lo oscuro
resguardando mis besos
abrazando mis latidos
cada día un poco mas loco.

29.12.05

Deducción

Mas ojos sufriría la angostura
y mas piel, desazón.
Sin desangre no habría herida
y sin lápida canción.
Dos alas en la espalda
cansarían la columna
y tus manos con espinas
a mi corazón.
Sin ocaso, penumbra
como la sal sin tu boca
y mas luz te perdería
ciego a oscuras
ablandando el ser de hoy.
Si deduzco tu sonrisa
me acorralo en una duda
y me encuentro solitario
decidiendo entre tus dedos
y tu forma de mirar.
La respuesta llega desnuda
bajo tu ropa
sobre mi piel
a la hora de callar

Hay veces

hay veces, quizás, en que el silencio calla mas que mis palabras.
Hay momentos, dicen, en que las sombras me iluminan el alma.
Hay soles, cuentan, que el cielo pasó por alto, dejándolos dormir.
Y hay tiempos, creo, en que el sol se torna sombra,
cuando el silencio calla, y mi tiempo me oscurece el alma,
vislumbrando el cielo, dejándome dormir.

Cuadro por cuadro

Y te veo, así
cuadro por cuadro
mientras miro dentro
mientras sueño lejos
allá, adonde estoy acá
ahora, tal vez
quizás.
Y me veo, así
tan tonto
desganado
salvo del agua
del calor
y de vos

Si tú no estás aquí

Huelen mis manos vacío
cuando el aire se torna denso
y el calor en mi pecho eterno
si tú no estás aquí
se vuelve pobre
se vuelve a verte
en el silencio y la distancia
en la sombra en taquicardia
en mi piel hiriente
en tus ojos doloridos
en tu reflejo en alto
emanando un verso
recibiendo el calor

Duele

Duele
la inestabilidad del tiempo y de mis palabras
y duele el canto seco de mi garganta
cuando el silencio nos abraza sin distancia
En el vacío inerte de mi calma
en que la impaciencia puede más
y la ceguera se convierte en espejismo
donde la terquedad se apodera de mi piel
y la textura de mis manos duele
y si que dueley sin querer

Ivana II

Si de hablar de tiempo hablara
de contarlo empezaría a suponer
por el brillo de tus ojos cada noche
más tu lengua recorriéndome la piel
con el paso de las horas cada día
con las risas entre sombras escondidas
burlando al silencio
soñando despierto
en cada abrazo
volviendo a renacer.
Si de nombrarte por nombrar nombrara
el frio de tus manos en mi espalda
despeinando desperfectos por mañana
con tu tono tan de nadie y no es por nada
que tus piernas pertenecen a mis manos
más que nada por su afán de recordar
que el espacio es poco
que el calor lo es todo
si me acuesto recostado
a tu piel y a tu merced

Con la sangre ensangrentada

Porque dicen que es verdad
que la noche con tu boca miente
porque es poco el paladar
si la lengua es de serpiente
y envenena la mirada
con sinruido así esparcido
cortando el aire
desgastando la sed.
Porque se que tiembla la razón
cuando la fe no habla de quererte
porque el viento grita hondo
y me obliga a desprenderte
y acobarda mi pisada
con tu sangre ensangrentada
dibujando el antes
maquillando un después

Eterno

En silencio callé dos veces
y desperté despierto
de un sueño eterno
acompañado por la sombra del pasado
y el futuro entrelazándome los pies.
Quizás todo pasó ya
aunque dudes de las horas
aunque pierdas más el tiempo
que caer despierto es cierto
y si duele es de dolor
y si escapas no sos vos

Llorar descanso

Llorar por matar
el llanto desigual que me corroe el alma
el nudo en mi garganta que no aguanta
la presión del tiempo
el silencio de lo incierto
el anhelo de dormir despierto.
Y descansar
mirando el techo sin aliento
abrazado a sus piernas como estacas
suspirando en el oído una plegaria
socavando el descontento
renunciando al puesto de nacer
sobre una piedra impersistente
sobre la ruina de los díassobre la apuesta que fui ayer

Cansancio

Las horas pesan sobre mis hombros cansados
los ojos palpitan sin ver mas allá
ha sido el precambio el sudor en la nada
ha sido el cansancio la mano a matar.
Despacio, sin temores pero con pausas
me precipito a lo evidente en madrugada
lejos de pensar de más
cerca de aquí, lejos de acá.
Y duermo, despierto, mareado al fin
desordenado por dentro
abarajando el tiempo
con los dedos en el pecho
con los pies bien en el techo
con las ganas de llorar

Ivana I

Aprendiendo a cada paso
de tu mano por el tiempo
sin pensarlo siquiera
de la nada brotaste a mi lado
cosechando un fuiseremos
y un sueño en pies descalzos.
Los días pasan sin nombre
las horas no cuentan
la luz son tus ojos
y el silencio nos observa
cuando estás entre mis manos.
Ahora acá me veo
de rodillas en tu asombro
floreciendo entre cenizas
desterrando un te quiero

1.11.05

He de irme

Fue un momento mágico
ahora cada instante corre sobre mi
fue muy largo el tiempo
el tiempo en que fui feliz.
Ahora los recuerdos son aromas y me aferro
ahora el mas acá está lejos
hacia donde voy estuvo siempre tu reflejo
donde siempre contamos sueños
donde siempre creí el amor.
Pero ahora debo irme
el tren parte sin mi
y no hay salida mas que la huida
hoy me toca la estampida de la vida
voy a verte cada noche
voy a hablarte en cada sueño
aunque deshecho en el aire
aunque el retrato en la pared.
Voy a irme en mi silencio
sin darte ese último beso
voy a irme
hoy me toca morir.

17.10.05

Ojos gastados

No
no es cansancio
son pupilas sin tiempo
desgastando las horas
recordando tu cara en mis manos
pero no te preocupes
son tus manos las que tocan
son tus ojos los que sienten
y es el aire el que observa
desde cada rincón
como pasa el tiempo
al costado de tus labios
contorneando la cintura sin temores
acompañándome el silencio
recortándote el sol.

16.10.05

Transportación

En la distancia se divisa tu contorno
allá, recostado
en la oscura infinidad del tiempo
oculta tras el paso de las horas
con el llanto recorriendo tus mejillas
con mis manos recorriéndote en mi mente.
Muere o duerme el cansancio
al mirar las hojas que te estampan
en retazos de incoloro palpitar.
Ahora soy nadie, dicen
renombrando la olvidada soledad
que se mete en mi ventana
mientras cae el rocío sobre mi cara
envolviendo mi sonrisa con tu rostro
humedeciendo mis dedos
con la miel de tu cuerpo
y saboreando el sueño
que me espera en mi cama
donde te voy a encontrar.

13.10.05

Testimonio II

Al aparecer su voz del otro lado, cerró un susurro de golpe, manteniendo el aire, manteniéndose en pie. Despertó de golpe de un sueño, descubriendo el temblor de sus manos, agarrando fuerte su piel. Del otro lado el susurro era hermoso, pronunciando su nombre nombraba caricias, suaves como el aire, dulces como su voz.
Recostado ya en silencio, pensó en el tiempo y el volver, donde todo pasa cada tanto, donde todo fue y será cantando por demás. Caminó en su cama hasta el techo, tratando de alcanzar el sueño, que escapaba entre las fotos en su mente, que temblando en 3 colores lo hacían llorar. Una sonrisa se notaba en su oscuridad, sombría como sus cejas, alegre como su boca cuando está con ella.
Al amanecer las luces eran días y los pájaros Mesías del que dirán, y las nubes contorneaban un fuiseremos repetido, que dejaba ver un poco de sentido, entre las ramas del cansancio y las gotas de sudor. Alguien gritó a lo lejos su nombre, como quien intenta despertar la calma. Sus ojos se llenaron de lágrimas, y su pecho comenzó a llorar, sin saber por qué.
De repente todo el anhelo aulló un silencio, y despertó entero en su abrazo, saboreando la posible tempestad, suspirando entre bostezos el pecado de amar.

9.10.05

Decálogo inconcluso

Cartílagos desiertos que sangran caricias
se tornan en verde a la hora del mar
donde tu piel se hace carne en mis manos
donde tu cielo se hace ola en mi amar.
Decálogo inconcluso de mi ser
se esconde en mi bolsillo izquierdo
refugiando un recuerdo pasajero
de las tempestades nocturnas
del sujeto renacer.
Paraísos insoportables
acomodan su cuerpo en mi arena
donde dejé la mirada perdida
donde busqué la primera impresión
cuando desperté de mi vida dormida
y me enterré en el cajón azul
que con el trajín del día
se tornó miseria
para darme de comer.

De repente

Días pasaron sin luz.
Las velas desplegadas en el aire
surcaban mares nocturnos
remando consigo el sueño
soñando con poder llegar.
De a poco se acercó un oleaje
con tu boca marinera
conduciendo el tiempo al viento
bailando entre tormentos
sin dejar de caminar.
Todo el mundo sorprendió un silencio
y se cayó de golpe el telón
las ventanas susurraban miedos
y dos visitas inesperadas
posadas en el balcón
nos cantaron sonrojadas
la canción que hoy canto yo.

25.8.05

Cambio de planes

Odio los cambios de planes de último momento
la desestabilización emocional
el no mirarme que te describe
el no saberme que te acompaña
el olor a humo que queda en la mezcla
de desvelo y alcohol
de oscuridad y tormento sonoro
y la sequedad al despertar.
Odio el hacerse viejo o sus costumbres
la intolerancia que me describe
el silencio que te otorgo cuando no debo
y el tantas gotas de hablar de mas.
Como cansa este cansancio de cansarme
cuando el tiempo me demora en una ausencia
que no busco aunque lo quiero
que no encuentro y que no puedo
y esta huida a toda costa
del contrapunto meritorio y mentiroso
que decae desde el cielo
al cerrar los ojos
y ver mas allá de las paredes
que la vida te arrebata los sentidos
y te hace correr.
A veces creo que todo va bien
hasta que ese instante de inconstancia
que me ataca de repente
con los ojos tapados y oscuros
me demuestra que lo bueno es a veces
en ese tiempo
en que lo quiero ver.

Deseos

Con el paso de los años vamos dejando de creer en esas cosas “ilusorias” que llenan -un poquito- de fantasía y entusiasmo nuestros días. Esos señores gordos y con barba no son mas que viejos canosos que estorban el camino con su paso lento. Las estrellas fugaces se convierten en un estudio interesante de los astros y del cosmos, pero no por eso algo maravilloso. Y el fuego de los cumpleaños, una molesta costumbre que hay que cumplir, soplar con cara de tonto unas velitas sobre una torta, seguido de la infaltable pregunta ¿pediste los 3 deseos??. El enorme arcón donde resguardábamos nuestras municiones para hacer sapitos, se ve transformado en una bolsa de comercio en banca rota, que nos pellizca el estómago, y ni hablar de la cabeza. Transportarse sobre 2 ruedas con pedales se tornó en una molestia, no en una intrépida aventura. Las chicharras son unos bichos insoportables, los altos yuyales una mugre, un charco de barro un obstáculo y la siesta la hora de dormir. Las latas no se coleccionan, mas que en un basural. Los dibujitos son víctimas del zapping. Los edificios tienen ascensores, no ramas. Y los monstruos nocturnos pierden su empleo, sin hablar de su cómodo lugar bajo la cama.
Ahora bien... Hoy me di cuenta que no todo se pierde –por suerte- aunque tampoco se muy bien por cuanto. Un bichito diminuto se apareció junto a mi mano, y entre cálculos de horarios, y de cuentas por saldar, me bajó del cielo un silencio interno, sólo un par de segundos para pensar en qué deseo, sin perder los nervios por el paso del tiempo –que no sabe de relojes- antes de que decida volar hacia otro punto. Mientras despacito, lo depositaba sobre el suelo, me vino a la cabeza una fecha de nacimiento, un par de responsabilidades y la estúpida incomodidad de que nadie se haya dado cuenta.
No sé que tendrá de raro una vaquita de San Antonio, pero espero cruzarme una a diario, y aprender de alguna forma, a descubrir de a poco, la forma silenciosa en que me cuente, si mis 3 secretos, se harán realidad.

.Tenue.

De repente se acordó todo lo que había pasado. Miró a su alrededor, y el vació lo inundó todo, oscureciendo el afuera y apagando el adentro. Las puertas abiertas daban a la nada, esa en la que muere cada día su pasado. Caminó cabizbajo hacia la sala, mordiéndose los labios, creyendo que el aire le cortaba la garganta.
Atardecer, anunciaba el reloj en su muñeca. Pero el viento le traía la noticia de que la guerra comenzaba fuera, donde el humo de los autos postergaba la inocencia para la juventud de años después. Los pulmones abarrotados de temores se vaciaron con un golpe, que la conciencia lanzó alarmada al ver sus ojos, sin su gris. Cayó de rodillas sobre el techo, y las lágrimas comenzaron a recorrer su rostro, subiendo lentamente, hasta colarse por entre sus pupilas, borrando su visión, cegando sus latidos, temiendo lo peor.
Al parecer eran flores. Haciendo círculos con la yema de los dedos, hasta se hubiera arriesgado a decir que eran margaritas. Azules. Pero su cabeza reposaba sobre una piedra. Se incorporó despacio, y vio que no estaba equivocado. El prado llegaba hasta el horizonte, de rojo fuego. A un costado descubrió un bosque, oscuro, lleno de secretos. Tranquilo, tomó aire para gritar, pero los cuervos anticiparon su intención y escaparon de los árboles, hacia el sol. Los ojos le pesaron de golpe y todo comenzó a girar.
El café estaba caliente, pero el vapor le daba fuerzas. Las vigas del techo lo asustaron, su reluciente brillo daba miedo. En la bandeja sobre sus piernas no había azúcar. Ni cuchara. Ni nada para comer. Sólo café. El estómago le hacía ruido, y las manos no soltaban la taza, aunque los dedos ardían. Todo era muy confuso. Una sombra, borrosa, apareció por la puerta. ¿Quien sos? Atinó a preguntar, pero sus labios estaban sellados, y su lengua seca. La sombra brilló haciéndolo cerrar los ojos. Cuando el blanco comenzó a desaparecer, todo había cambiado. El techo ahora era blanco, las ventanas estaban abiertas, y las cortinas se movían con la brisa. Sus manos estaban vacías, y de su boca nació un bostezo. El reloj sonaba en silencio. Las pestañas tomaban volumen, mientras se incorporaba sin fuerza. La puerta se abrió con el viento, crujiendo suavemente, y del otro lado pudo ver un cuadro, una mujer llorando rodeada de flores, en un atardecer gris. De repente se acordó todo lo que había pasado. Miró a su alrededor, y el vació lo inundó todo, oscureciendo el afuera y apagando el adentro.

Tu nombre y el frío

Un descuido clavó tu aroma en el aire.
Caricias y pestañas zumbaron a mi lado
y mi muñeca quebró un llanto
al mirarte sin querer.
Cuando recuerdo los anoches
en mañanas rutinarias
la cordura pierde peso e incomoda
la agonía pende de un hilo
que sale de tu voz
como un río de palabras
encaminando mi plegaria
soslayando mi conciencia
inundando mi padecer.
Me siento bien, dirás
te eché de menos, diré
las sombras apagarán su encanto
y las velas tendrán frío
mi rostro tendrá tus ojos
y tu nombre morirá conmigo.

Huida sin tiempo

Encanto divino
huida sin tiempo
te encuentro en mis manos
dibujada en colores
y el mar derrama arena
sobre mis pies
y el aire me quema la piel
mientras la sal me da de beber
amargando al sol
que destiñe tu rostro
y oculta momentos
sosteniendo plegarias
en el estanque a tu lado
convertido en cenizas
al caer la luna
la noche ahogada
en que me quité las espinas
del pasado cercano
y miré hacia el mañana
donde estaban tus ojos
y me perdí en el tiempo
me tatué el silencio
y comencé a correr.

2.8.05

Mi suerte

Necesito un número de suerte
que se escriba como tu nombre
y un trébol de cuatro hojas
que tenga tu sonrisa
para calmar los silencios
borrar el cansancio
y encontrar la calma a esta ironía
dormitando el anhelo impuro
que hoy
me muerde los pies.
Necesito hallarte al pie del arcoiris
y un conejo con cola
que me mire con tus ojos.
Quiero la suerte de tenerte
y olvidarme esta inconciencia
y perderme en las estrellas
que brillan en tu cuerpo
que duermen mis sentidos
que me hacen respirar.
Necesito
que seas mi suerte.

17.7.05

Atmósfera vacío

Atmósfera cerrada
tres pies abruman la neblina
como un trueno
tu caricia se hace inmune
y mi piel caricia
y el silencio piel.
Esperé mucho tiempo tu caída
en cuenta
en un salto al vacío.
Temblor
ante mis ojos
complejo padecer
exigente como la vida
superficial como el contexto
que me mira sin querer.
Invierno en mi cama
y sonrisa en el cielo
color a desdén
oferta en tus manos
me convierto en ceniza
como el tiempo
en que te tocó
sin tiempo
ser.

8.7.05

Monólogo incoherente -8/7/5-

En momentos como este me pregunto que debo hacer. No tengo ganas de silenciarme, aunque el silencio me posea inmundamente. Ese Nosequé marea en mi cabeza, no lo quiero molestar aunque se que ahí no debiera quedarse. Lejos, muy lejos. Más silencio. No se por que leo lo que leo, por que no olvido lo que olvidé. ¿Y si quiero llorar? Si, quiero. Pero no sale. Excusas no me faltan, aunque sólo son excusas, un poco rebuscadas, tal vez por eso será. Quien sabe, quizás me escribas esta noche, diciéndome un no se que cosa, así como de casualidad, y me das a conocer tus dudas, y yo te cuento mis consuelos, y me devuelves tu sonrisa, y yo te entrego el porvenir. Pero son sólo delirios, que me atrapan a estas horas, o en los viajes costumbrosos, a la rutina cansada, al pesar de la monotonía.
Mirá, las ganas no me faltan, un día agarro, y sin mas, me tropiezo con tu boca, y mirándote a los ojos te digo que te quiero, y secuestro tus caricias y me abrazo a tu corazón, fuerte, fuerte, con sentido de incordura, y cuando preguntes si estoy loco, mi respuesta será correcta, y en un tono formal, te responderé, disculpame, tal vez te confundí, con alguien que alguna vez soñé.
(mi sombra al alejarse denotará tristeza, no te aflijas, el sin-nombre de tu brillo me retiene impaciente hace unos siglos en esta costumbre, y acostumbrándome de a poco, me desarmo como la sombra, y te olvidás de mi rostro, y me convierto simplemente, en el loco aquél)

7.7.05

Poco, mas que nada

No voy a morir sin miedo al tiempo
no voy a huir
no voy a morir
no.
Descalzarás el viento ante mis manos
con dos acordes de corbata
llueve una calma en mil palabras
das la pauta malgastada
sos caricia seca
sos mucho más que nada.

Y viviré
junto a tu foto en mi garganta
y cantaré
que soy la brisa que me embriaga
y dejarás
de ser canción para plasmarte en mi ventana.

Voy a perder sin miedo las palabras
en temblores cual montaña
hay una carta en mi mirada
una sonrisa malgastada
soy un nudo en mis pestañas
soy tan poco
y no sos nada.
La armonía triste del invierno
la certeza franca del camino
la agonía de mi boca
la multitud de tu sombra
los ojos que te siguenel perdón en mi cascada.

Viviré
junto a tu foto en mi garganta
cantaré
que soy la brisa que me embriaga
y dejarás
de ser canción para plasmarte en mi ventana.

15.6.05

Y no es, quizás, nada

Hoy mas que nunca
el cuerpo falla
delator sin causa
y las piernas se acobardan
no hay forma de huir
ni de estar firme
ya lo verías en mis ojos
y no es miedo.
No.
El tiempo pasa y el silencio
que me quema el alma
me transpira el sentido
así como por las mañanas
sentado en mi destino
cuando veo
luz que avanza
sin mirarme
para nada
y no es delirio.
No.
Desaparece el mundo
salvo un tiempo
y una mirada perdida
que sangra aliento
y aire perfumado
de caricias pendientes
a mi lado
y no en tu mundo
y no es mentira.
No.
Aunque no lo creas
ahora mismo
pasan siglos
mil palabras calladas
y un solo sentimiento
mientras me quiebro
herido anhelo
tal vez soy menos
y tiemblo
y no de frío...
de pensar que sos vos.

12.6.05

El frío tras la sombra

El living es el polo
y tus ojos queman como el hielo
mi lengua se derrite
mientras la voz se me escarcha
y empiezo a temblar.
Cansado del candado en mis pies
perdido en mi
dormido en mi
el sol se oculta
a mi sombra
a mi respirar.
Al final
nada cambió desde recién
sólo el nombre de la nada
que me calma
sin saber...
por qué.

9.6.05

Dos miradas separadas

Dos miradas se separan del camino
una hacia el futuro
otra hacia el mas allá.
Realidad conciente que marea
más de una puerta
un corazón que no deja de latir
un silencio agrietado
los murmullos de un recuerdo
dos milenios.
Ahora queda el veremos
y el suspiro de un impulso
toco tu mano en la oscuridad
algo me dice que me buscas
algo me dice que no estás.
Yo no creo en el destino
sin mi apuesta en el olvido
y dos paredes se desangran
soy letargo
soy verdad.
No veo mas allá de lo que dejas
y hasta un poco mas acá
quisiera tener magia y esa fuerza
ser del airey tener ojos de cristal.

Ayer

Ayer
fue mañana
cuando miré por la ventana
y vi que ya no estabas
que una rosa temblaba bajo el sol
y que al empañarse el aire
aparecía yo.
Ayer
volvió una medianoche
al amanecer
y al sentir tus ojos
tocándome.
Ayer
dormí otro poco
junto a tu semblante
bajo tu fantasma
y soñé otra vez
que me cambiabas
y me dejabas encontrarte.
Ayer
fui siempre
y hoy
seré mañana.

4.6.05

Falta poco

Hoy hay cambio en tu mirada
hoy temblores me rescatan
del cansancio
del yo.
Creo que falta poco para que amanezcas
en mi
como en el aire
o en tu sonrisa.
El día de la nada tiembla
el brillo está mas cerca
una palabra me separa del final
sos enigma
soy las dudas
sos quizás.

30.5.05

Mandato

Cuando leas el tiempo
pasará una vida
un instante de felicidad
un crepúsculo
una caricia
un invierno.
Cuando te abra el suelo sus alas
volarás descalza
soñarás despierta
leerás el tiempo
dormirás cansada
y de nuevo a renacer.
Cuando brillen tus ojos sequías
beberás de mi alma
florecerán tus manos
descubrirás las alas del suelo
te sentarás a esperar la vida
y al costado del camino
te verás sonriente
abrazando una sombra
de lo que fuiste ayer.

28.5.05

Aprendiendo el final

El viento norte se ocupaba de que los árboles guardaran su silencio para después. Las flores del jardín aprendían maravilladas lo fácil que es bailar. El cielo se vestía de uniforme, listo para emprender su marcha ancestral. Yo me desplomaba en el suelo, entre telarañas, y comenzaba a llorar. La tierra anunciaba un llanto, con su olor a humedad. El aire reía en silencio, como cuando no se debe ni respirar. El brillo de dos colores flotando sobre mi cabeza me sacó de mi mundo. De un salto me levanté y comencé a flotar a su lado, para ver que mas. Y en el aire una oruga sonreía, porque llegó el día de su muerte, el día en que aprendió a volar. Y en un aleteo caí rendido desde esa altura, y mi cuerpo quedó inerte sobre el suelo, y yo desde lo alto me sentí tan libre, y comprendí enseguida, que aprendí a volar.

Serpenteando dudas

Si todo empieza
por hablar
de pies con calma
aguaceros de sequía
y todo toma un ritmo limpio
como el espacio
blanco renegrido
serpenteando dudas...
¿Cómo soy
de todas formas
ensombreciendo el cielo
con un agudo de fondo
y yo?

23.5.05

quien sabe...

Como quisiera saber que aún puedo ser yo
algo me duele en el pecho
y no quiero que seas vos...
no quiero que seas vos.
Quizás aún no se bien lo que quiero
y sólo pretendo pretender
pero algo me late en los ojos
y no me deja ver...
Me agobio en silencio
[costumbre]
y me muerdo los labios
y pienso en gritarte un suspiro
un abrazo en exceso
como si fuera el ùltimo…
Quién sabe
quizás se acaba el mundo.
Por eso no te aflijas si me marcho
no voy solo
vas conmigo
junto con el mundo que se hunde
y sumergidos en las sombras
te beso la frente
y sólo flota un dolor en la superficie
lejos de mí ahora
y en mi pecho duerme una aurora
en la que incuba un despertar.

15.5.05

No veo por qué no...

No veo por qué no
si todo va y viene
y yo estoy volviendo
no se de donde
pero de vuelta.
No veo por qué no
si las manos me queman
como los ojos
y la sangre fluye
y la piel también.
Todo da vueltas
se me marea el sentido
maldigo el hoy
con una sonrisa
y con una flor.
Digamos que no soy yo
que quien se pinta es mi sombra
se descose de la pared
y desde el techo
se sienta a ver.
El horizonte grita rojo
mis pies frío
tus pupilas juegan conmigo
yo no te miento
las pestañas se queman
y es mi castigo.

14.5.05

Como si nada

De repente se murió
las fotos se quemaron con el hielo
y las cenizas destilaron la pared.
Toda la calma explotó
y sumergió la cara en mi pecho
la sonrisa se encarnó en mi piel
y el reloj paró su latir.
Ahora la espera sólo espera
a que yo vuelva a ella
a que tu nombre salga en la mañana
o se apodere de mi cama
pero hoy se siente malherida
porque sabe sin querer
[alguien le contó por ahí]
que el anhelo se esfumó.

11.5.05

Imagina

Imagina que el mundo acabó ayer
que te despiertas desnuda ante el horror
que nada es lo que era
o que la nada es hoy.
Imagina que la risa es un enigma
y el corazón un adorno en la pared
que las palabras son mentiras
y que tus ojos tienen sed.
Imagínate ahí parada
sola ante la hoguera
sin un abrazo mas que la desolación
sin nadie que te hable
y sin un solo color.
Ahora piensa en todo esto
en la cara que te mira
en el tiempo del reloj
en la cama que te abriga
en lo que el viento quizás si se llevó.
Mira y dime lo que ves
duerme y sueña lo que fue
habla en vano con el cielo
ven y dime...
¿que ves?

Tormenta

Hace algunos días llovía
por la ventana caían tiempos
y por las paredes goteras de vos.
Entre las nubes se escondía mi mirada
los pájaros nadaban tristes
y tu corazón no paraba de cantar.
La brisa padecía de insomnio
el claro moría de envidia
y el cielo reía sin cesar.
Hoy el sol no existe
me alumbra una agonía
que se escurre en el viento
que me lava la frente.
Ayer duerme en silencio
mañana calla su lamento
el cuerpo se perfuma con complejos
mi lengua se encarna en aurora
y yo me transformo en agua
y echo a correr.

7.5.05

A veces

A veces la realidad no es como parece
y se maquilla de colores la tristeza
y se tiñe de ilusiones mi pesar
y me dibujo en la frente una sonrisa
que brilla sin soltura
que me muerde el paladar.
A veces parece que no importara
pero me siento a esperarte en algún lado
y quizás pasas caminando y yo te veo
aunque me calle y no te cuente
todas las horas que te dedico a diario
y todos los sueños que te pisan la sombra
y el ladrido que te grito en mi silencio
y el contrato que firmé con el dolor.
A veces te plantas en el horizonte
y me ruegas que te alcance
mientras las flores se destiñen
y se opaca su fragancia
y yo te busco
y te sigo
y el horizonte se hace cada vez mas largo
y me cae en la nuca la noche
y me obliga a volverte a dormir.

5.5.05

El suspiro que me toca

Antiguo como la lágrima en tu rostro
me convierto en nada
para asomarme con cautela en tu todo
para serte lo que sos al aire
para verte enrojeciendo mi piel.
Tu beso se dilata en una gota
que me espera en tu mano
sosteniendo el tiempo entre los dedos
adornando tu figura con piropos del viento
que te trae una hoja
del árbol de mi semilla
que se hace raíz en tu corazón
porque nada se pierde a mi lado
aunque todo pasa de largo.
Ven a ver lo bien que se ve todo
tras el vidrio empañado por nosotros
con las ganas de soltarme en tu cuerpo
convertirme en piel
o en suspiro
y abrazar la sangre que me brota desde el pecho
y el oxigeno que encarna tus heridas
y encontrarte a toda costa
en la vida que nos toca
en el destino que planeé.

Todo fluye

Todo fluye
con certeza inequívoca
y da vueltas en mi estómago
como un recuerdo ambiguo.
De reojo se palpita una palabra
fría en su espera cotidiana
cálida en su abrazo matinal
tierna en su viento de caricia.
Me transporto en un bostezo
a tu beso oxidado
a tus manos en espera
en remojo de tu alma
y te encuentro recostada
dibujando con un dedo el cielo
desnudándome los ojos
resguardándome el color
respirando mi latir.

29.4.05

Morir de pie

Desperté empapado
de sudor y lágrimas
dormido aún de pie
y comencé a beber el aire de la casa
tan poblado de soltura
de mordiscos de humedad.
Que traigan la vida
suplicaba mi piel
pero ella no quería
y aún no se bien por qué.
y acá sigo
como un estúpido
mordiéndome los dientes
callando otra vez
por lo confuso de las palabras
que se enredan en la lengua
o en los dedos
fríos y tensos
cansados de no tocarte
de simplemente imaginarte
de morir por suplicarte
de adornarte sin motivos
en las noches olvidadas
en la cama vacía
en la sombra de mis pies.
Me duele la boca
de morder
de no besar
de callar
de no respirarte
de morir de pie.

25.4.05

Conversación incoherente

Ayer hablé con el olvido
y le pedí una tregua
y le hablé de vos.
Le comenté lo que pasaba
y que me daba miedo el mañana
pero que no podía dar el brazo a torcer.
Le supliqué que me ayudara
que por favor no se callara
porque me duele mucho el dolor.
Pero siguió con su rutina
con su silencio.
Yo quedé otra vez hablando solo
y sin hablarte a vos.
Él siguió con su trabajo
dándome la espalda
y dejó caer un suspiro
diciéndome estar ocupado
apoderándose del cuento
convirtiéndose en tu olvido
expulsándome de vos.

18.4.05

Silencio

Silencio.
Callar un no se que
dar vuelta la cara
mirar sólo a las sombras
dormir despiertos
dejar pasar el tiempo
ocultar lo que tiene que fluir
tenerme así esperando un algo
que no tendría que esperar de Contradicción
porque me dueles
pero no lo puedo evitar.
Mutismo
grito afónico en el viento
o en mi almohada.
Un sueño reiterado
un aroma que no entiendo
incertidumbre
dudas, dudas, dudas.
Es que no entiendo
para variar.

Todo esto confluye de lo mismo
declarándome perdido en el vacío
sin ganas de pelear
mas que con el frío y la humedad.

Silencio.

15.4.05

Cuando todo tiembla

Cuando todo reverdece en la calma
cuando el sol muere de ganas de llorar...
el aire se transforma en una piedra
y cae pesado contra el suelo
que se invierte y se transforma en cielo
y una hoguera crece para darle sombra al sol
para librarlo del calor
para que descanse de su esfuerzo la explosión.
Cuando el negro se apodera de mis ojos
cuando el tiempo se destiñe en mi reloj…
el viento se congela en una rama
y el agua corre río arriba
buscando una explicación
llorando una sequía
rezándole al amor
que se cruza en cada roca
que le muerde las orillas con desgano
que se pierde en remolinos y en espuma.
Cuando duelen las costillas de mi rostro
cuando el pecho del esfuerzo pierde la razón…
todo se galvaniza
y se vela una silueta en la pared
en funerales de sonrisas
que se esfuman con el humo del pasado
y por siempre brilla la conciencia
y el desgano tiembla contra la mirada de mi dios
que soy yo en mi cabeza
y ni hablar del corazón.

11.4.05

Y seguiste adelante

Y seguiste adelante. Todo a tu lado se hizo humo, al verte correr, y ya nada importó mas que tu rostro. La fuerza salía de un anhelo, que era más fuerte que vos. El río cambió su curso cuando te dispusiste a cruzarlo, por temor a ser uno más. Y el sol brilló con mas intensidad que nunca de día, y de noche la luna cambió su órbita hasta el punto en que el resplandor era todo tuyo. Y así te adueñaste de polos y hemisferios, sin tener razón del tiempo, con la mente puesta al frente, con las manos contra el pecho, apretando fuerte. Poco a poco no dejaste huellas de dolor, ni de pasado, ni de recuerdos. Y tus ojos comenzaban a perder brillo. Y los hombres que te amaban se morían, de verte crecer, del miedo de morir bajo tus pies. De sobra sabías tus alcances, pero nunca miraste tus debilidades. La arena se fue convirtiendo en vidrio con tu andar, y la lluvia decidió caer hacia arriba, quien lo creería. No debería contar todos los detalles, la promesa que le hice al viento aún sigue en pie, pues el se la llevó consigo. Pero puedo decir que cada vez dormías menos, ya no te gustaba el despertar, te gustaba mas girar, rondando los límites de tu imaginación. Pero los sueños se cansaban de la vigilia, y comenzaban a perder valor para afrontar tu seguridad. Y así, de a poco, tu imaginación se fue cercando, hasta que el cerco te apretó por la cintura, cada vez más fuerte, hasta sacarte el aire. Tus gritos realmente conmovían, pero los pocos que quedaban en la zona tenían miedo de arrimarse, no querían ser uno más. Y luchaste por soltarte, pero cuanto más peleabas, más apretaba. Y perdiste las fuerzas, y caíste contra el mar, y te dormiste en tu desmayo.
Hace poco te vi caminando nuevamente por mi barrio, pero eras pequeñita, frágil. Ya no había rastro de todo aquello que conté, más que en las marcas en tus manos. Pero el brillo de tus ojos me conmovió, tan lleno de vida, con el gesto de soñar. Y así, tímida, con miedo al mar, te cruzaste en mi camino. Y así, sin quererlo, me tuve que enamorar.

10.4.05

Hoy: fragilidades

Hoy me declaro en bancarrota
de tus ojos
de tus miedos.
Hoy sólo guardo fuerzas para el frío
que se oculta en mi nariz
me corta el aire
y me hace transpirar.
Hoy el silencio ya es costumbre
no lo tomo como excusa
sólo es una característica
de la soledad
del dolor de callar
del aburrimiento en blanco
del campo sin sembrar que hay en mi pecho
de la semilla hoy best seller
y de quien sabe que más.
Hoy no quiero publicarme
ni saberme rutinario
ni leer fragilidades
pero estoy atado a eso
para no dormir despierto
para no morir sin tiempo
para que me ayudes a despertar.

Sequía en la ausencia

La sequía arrasó con todo en la ciudad. El mar calló su estruendo de repente, ahogando un grito de terror. Nada tenía brillo. Ni el aire, ni la sangre, ni sus ojos. Todo parecía avanzar lento, con miedo, sin rumbo más que dormir eternamente. Nadie hacía nada más que mirar, sin mirar nada. La calma era agobiante, y el agobio tranquilidad. El pánico era poco para describir sus sueños. Y un terremoto tenía miedo de nacer, por temor a la represalia. Juraban soltarlo todo a los pies del árbol, al caer el ocaso. Pero las promesas se esfumaban en el aire oxidado, corroído por el silencio. La decisión jugaba a la escondida, para no escuchar blasfemias de su conciencia. Los hombres, escondidos, latían sólo por costumbre. Y una mujer… bailaba desnuda en medio de la plaza. Sin música, sin público, sin ganas de bailar. Pero ella bailaba. Su boca estaba cosida, con hilos de arena, con cuerdas de llanto. Pero de vez en cuando, cantaba. La niebla brotaba del suelo, esparciéndose como el desaliento. Los viajeros no existían en este tiempo, y la suerte invernaba en el fuego de los campos, incendiados de dolor. El cielo retenía su llanto. Una lágrima más era demasiado en este mundo. Prefería morderse los labios, aguantando el sufrimiento. El umbral de la tempestad estaba malgastado, con restos de barro seco, con hojas muertas, con viento quieto. La mujer de la plaza dejó de bailar, de golpe, y empezó a gritar, aprendiendo enseguida a dominar el sueño, y a no despertar jamás.

9.4.05

Palideciendo

Un viejito pálido, estremecido por el calor de veinte manos, no se atreve a llorar. Más allá de los puentes grises, brilla como oro la cúspide de un imperio. Con costumbres de antaño, con engaños maquillados, se jacta de su aurora, de su poder letal. Y ahora el viejo se hace agua, se les escapa entre los dedos, convertido en convicción, en aire, en plural. Las velas ocultan la oscuridad, y el fuego corta el seco del invierno. Ahora son fortunas de humedades las que se desplazan, sin rumbo fijo, nombrando tu nombre, callando tu respirar. Y se pone el sol, y él duerme en la luna. Refleja sus ojitos en el agua, pero el río se lo lleva despacito, burlándole las fuerzas, aprovechando la sequía de no poder llorar. Cuando acaba de nacer el precipicio, suelta al aire su silencio, que se va entre pensamientos, muriendo su cuerpo, naciendo su poder de nunca amar.

El grito de mi sombra

Y si me tomo un tren fantasma
que me lleve hasta la luna
escondido entre las nubes
atrapado y sin salida…
¿Se escuchará mi grito silencioso
tropezando con mi sombra?
Es el momento de cambiar
empezando por detrás
por las huellas que dejé en el barro
por el tiempo
por el desengaño.
Mirándote de entreojos
escucho y no se qué
y me caigo inconstante
y otra vez vuelvo a caer.
Es que cerrando las pestañas
aparecen cuatro luces diferentes
que se mezclan con el verde de tus ojos
que se acoplan con el viento y el callar
y me duelen las costillas
y me pega una patada la conciencia
resentida
con ganas de matar.
Y es que cuando abro la cabeza con tus piernas
salen disparadas golondrinas
que me miran de reojo
y se ríen sin cesar.
Corro con recelo hacia su meta
mirando el cielo
tropezando con mi sombra
gritando en silencio
callándome tu nombre
largándote de acá.

8.4.05

Aunque existieras

Si existieras
no me mirarías de esa forma
y de brazos cruzados
dejarías de callar.
Si existieras
me sentiría poca cosa
de saber que a tu merced me tienes
jugando al ajedrez con poca clase
desparramando las figuras por el piso
riendo de tu dulce omnipotencia
de tu forma tan tirana de ayudar.
Quizás existas
pero sería peor esa mentira
quedando mal parado tu poder
cariñosa dignidad sin juventud
que te expresas en virtud de tu plural
de la abundancia que tuviste entre tus labios
de los tontos que no existen sin tu abrazo
que sos la excusa perfecta para ser por quien sentirse mal.
Mientras tanto yo me creo mis verdades
suficientemente humildes para valerme solito
con la simple alabanza a la amistad
con los verbos desangrados del pasado
con creencia en el amor omnipresente
con el alivio de que siempre estoy acá.

5.4.05

Dos sin rumbo fijo


Ellas dos se sientan solas, cada mañana, a hojear bocetos de realidad. Como si nada pasa el tiempo, adornado con un par de comentarios sin color. Bajo el brazo, la conciencia espera impaciente su hora. Bajo los pies, la modestia, pegoteada en la suela del zapato. La ruina se asemeja en sus caras. El disparate mancha la mesa, entre gotas de café. Reflejado en el cristal del fondo, se ve una oportunidad. Una oportunidad sin nombre, sin dueño, pero con ganas de vida, con ganas de ser. Y a lo lejos… A lo lejos pasa el tiempo, sobre ruedas, apurado por llegar. Desde allá todo el acá sobra. Desde acá, todo es allá. El precipicio al ras del suelo asoma la cabeza, para ver si hoy come. Pero con ellas no se sabe. La desdicha y la desgracia pueden cambiar de rumbo sin avisar.

4.4.05

Cuadros descalzos

Una exagonía late sola en la pared.
Una grieta se lleva lo que hay.
Las ventanas se disfrazan de impaciencia.
Cuadros descalzos,
con nombre de mujer.
Cuadros descalzos,
tienen sed.
Y todo lo que fue, voló.
Y todo lo que hay, no está.
Y el tiempo se transforma en cicatriz.
Y vos sos yo, quizás.
Hoy el viento parece caer.
Hoy la luna está dispuesta a nacer.
Y en la pared ya sangra una espina.
Y en la pared susurras cosquillas.
Cuadros descalzos,
con nombre de mujer.
Cuadros descalzos,
tienen sed.

29.3.05

Abril

Llueve. Abril está cansada. Tiene frío. La tormenta no le permite cerrar los ojos, con el granizo hiriendo las chapas del techo. Un aluvión de caricias corre impune en el cuarto contiguo. Allí es primavera, y el sol florece en los balcones. Abril no crece hace meses, olvidada por su cuerpo. Su pena más grande yace muerta bajo su mano, entre dos hojas de su diario. Entre el 5 y el 7 de mayo se diseca su soledad, con forma de pétalo. Abril la guarda para tiempos de nostalgia. En el cuarto contiguo no hay recuerdos. Sólo verdades, y presentes. Acá las paredes son oscuras, sucias de memoria. Las luces están apagadas, día y noche. Allá la luz sólo muere cuando el cielo se dispone a dormir, y el sudor tiene vergüenza de ser visto. Las horas pasan muy lento para Abril. Su rostro empapado del rocío de sus ojos, no puede despegarse de su cama. A pocos pasos, tirada, una foto. En la habitación contigua ahora duerme la calma, desnuda y sonriente. La luz comienza a trepar por las ventanas. Abril sigue rendida, colgada de un latido lento. El gemido de un gorrión que se le acerca, la golpea en el exilio. Lentamente, abre las pupilas, tildadas en la nada. En su corazón empieza a abrirse un diafragma. El pájaro le canta al oído, susurrándole el sabor del aire. Abril comienza hoy, nace de nuevo. Despacito, tomando fuerzas, corre las cortinas azuladas. El amanecer le ciega la conciencia. El sol hoy nace con ella. La luz le ablanda la piel. En puntas de pie, sigilosa, traspasa la pared detrás de su cama. En la habitación contigua, Abril se convierte en primavera. Hoy Abril, también es calma.

28.3.05

En esos días...

Si supieras tantas cosas que no se
si escucharas las palabras que no escribo
si leyeras los silencios de cada verso
si miraras más acá de mis pestañas
si escucharas más allá de mis oídos…
Pocas cosas quedarían por decir si lo entendieras
tantas cosas quedarían por vivir si lo quisieras.
Y es que soy tan poca cosa en esos días
y es que soy un poco idiota si me obligan…
Pero acá sigo, como siempre
pasando el tiempo entre mis brazos
y abrazándome al recuerdo del futuro
olvidándome el olvido en los rincones
llenando con miradas los cajones.
Y es que soy tan poca cosa si me obligan
y es que soy un poco idiota en esos días…

26.3.05

Yo

yo soy un pétalo desojado en una margarita
con destino de poquito
o quizás de nada
con silencio inexplorable entre mis brazos
acallados por el paso de los días
de los días sin amor entre los labios.
Soy el dueño de mi orgullo
que rebota en cada nombre de mujer
que se rompe cada tanto en mil pedazos
contra unos ojos, una mano o un adiós
y de a poco
lentamente
vuelve a renacer.
Soy el todo cuando ocupo esta silla
y la nada cuando me encuentro con tu rostro
y soy el grito de protesta en mi cabeza
que retumba y no lo escucho
que muere sin palabras.
Soy un niño contra un pecho de mujer
y me alimento con leche de ilusiones
y me acuna algún sueño
y me mece el deseo de placer.
Porque soy el agüita que corre por mis venas
y soy la bomba que explota en mi corazón
porque estoy enamorado de la vida
y como un ciego
busco amor.

25.3.05

Con restos de sal en la boca

Una lágrima caía por las paredes. La sonrisa se desdibujaba en la ventana, más allá del nogal, a la sombra de la siesta. Una mariposa alumbraba su derrota contra una rosa, que desteñía turbulencia al rayo del sol. Él… impaciente. El viento custodiaba la sequía, y llamaba sigiloso a la tormenta escondida en las montañas. La música sonaba despacito, repetida. Él… cansado. Todo parecía tan extrañamente normal, tan calmo. Una nube se pintaba de caricia sobre un cuerpo sudado. Él… nada. La neblina en sus ojos comenzó a tornarse una costumbre, contemplando las paredes, mirando por la ventana, escuchando el sonido del aire. De repente algo corría por sus piernas, serpenteando sigiloso entre la ropa malgastada. El temblor de su cuerpo no lo dejó moverse, más que en el mismo temblequeo. Sus pies ahora adormecidos no le respondían, casi como era costumbre en su cabeza. Un rumor de agua tibia le llegó hasta las venas, que sabían a veneno hacía un tiempo. Un dolor apagado se apoderó de su pecho, que se quebraba como hoja seca bajo sus pies. Su entorno se fue transformando de a poco, hasta que la alucinación no lo dejó reconocer el lugar. Una luz blanca, con forma de mujer, se le abalanzó en cámara lenta, saltándole a los brazos, besándole los labios. El frío de su boca comenzó a desaparecer, hasta tornar su saliva en talco, y su lengua en sal. La luz se le coló por las pupilas, hasta que todo fue de un blanco invierno, sin forma. Un perfume repetido y el sabor a mar lo relajaron completamente. Y así, despacito, murió en su calma, y despertó feliz.

24.3.05

El sueño aturdido por la calma

Cuando despertó esa mañana todo era calma, afuera llovían charcos, adentro arropaba el calor de un recuerdo, de algo que había soñado, quizás, o de algo que ya olvidó. Porque todo en esos días era frío como el hielo mas allá de sus pestañas, y mas acá, una simple sensación de vacío. Todo dormía a su lado. La ropa prolijamente desordenada en el suelo, su sensibilidad al tacto, el libro que todavía no leyó, el aire… todo. Y él despertando entumecido de entresueños, sin ganas de levantarse, sin ganas de nada. Y el silencio de la luz no lo ayudaba, ella ahí tan callada, como el viento recostado entre los árboles, allá fuera, y él sin fuerzas para abrir palabra.
El rumor de una tormenta que reía en la distancia, cambió todo el negro que alumbraba su ceguera. Un relámpago que andaba de paso asomó por las persianas, y sintió miedo, y apretó fuerte los ojos, y cerró las manos en la almohada. Y es que cada resplandor venía en compañía de una imagen, nítida como la espuma en su boca cuando dormía, como la firmeza de su cuerpo entre sus dedos, como un suspiro que se escapa sin querer en plena noche, a sus espaldas. Tuvo la impresión de estar extinto en esa vida, cada vez mas pasajera. Y la luz se repetía cada vez más inoportuna, y entrelazaba pesadillas con el susurro de los durmientes, cansados del paso del tiempo, de seguir allí sólo por costumbre. Y cabeceó una duda, repetida en sus antojos cotidianos, sin explicación alguna más que el segundero de su pecho, o el latido del reloj. De a poco fue cayéndole en el alma el sueño, y regresó a su muerte diaria, y recobró el soñar. Otra vez yace tendido entre las hojas, hasta que el sol lo obligue a ver su cara, o que la luna le bese suavemente la frente, con ternura, y le baje del brazo una paloma, que se encarne en sus manos, y le enseñe a volar.

23.3.05

En qué calle...

Últimamente estoy cansado de nostalgia
de un futuro pasajero
de un viaje a ninguna parte
de unos besos que están llegando tarde
porque tu inocencia me perturba
no te encuentro en las paredes
ni en mis bolsillos
ni en la copa de los árboles
y no es que no te busque
examino cada pupila
para ver si hay rastro de tu rostro
si hay una pista
si hay algún despojo
pero todo me recuerda a vos
y el incoloro de tus labios
se confunde con el viento
y así camino dormido
pendiente a tu aroma
a tu nada
a tropezarte
y es que todas son preguntas sin respuesta
que confluyen en tu cuerpo
y renacen en tu vientre
e iluminan mi ciega mirada.
¿Con que nombre
con que calma
y en que calle he de encontrarte?

20.3.05

Incierto tiempo

Si supiera lo que ocultas tras tu manto de aguacero…
(eres el derrumbe de un ocaso en el poniente)
Si dijeras dos palabras que sirvieran de recuerdo…
(eres alma de un anhelo en potencia permanente)
Si pisaras mi camino y taconearas azulejos…
(vuelas bajo sobre un río pintado en acuarelas)
Si vinieras una noche a contemplar lo indescifrable de mis sueños…
(escondes una pista en el fondo de mi cuerpo)
Si rompieras el silencio y el mutismo de una vida…
(cabizbaja tarareas una canción mal escrita)
Si poblaras mis mañanas con abrazos verdaderos…
(te refugias en la brisa que se estrella con las plumas)
Si me dieras una pista de tu rostro…
(eres poco comparado con mi asombro en todo el espacio que te reservo)
si algo de esto sucediera, corazón,
(y persiste el recuerdo de todo lo que no sos)
cambiaría mis buscares por el verbo descubrimiento,
(y te amoldas a mis brazos cual arena entre los dedos)
y nada de esto serviría de algo,
(corazón, eres un beso susurrado en el viento)
destino incierto
(perdido en el tiempo)





p.d.: tranquila, no habla de vos, justamente es eso, no habla de nadie.

Él, como uno mismo

Él salió corriendo esa mañana hacia la luz que se escondía en un manto oscuro en su conciencia.
Ella dormía tranquila en la orilla de un estanque verdeclaro, perfumado con fragancias recelosas, adornado con el humo de su piel.
Él tropezó cegado por la luna con el rostro malgastado de una rosa entristecida.
Ella despertó de su consuelo presuroso esa mañana, y con calma, abrió sus ojos.
Él perdió la vida en ese instante en el estanque en que la muerte se convirtió en poesía.
Ella giró su cara al horizonte más lejano, y volvió a dormir su calma, despertando en cada sueño en el que él ya no era el dueño.
Él yace enterrado en la rutina de una vida decorosa.
Ella se rutina descuidada a donar muerte en cada esquina de sus labios.

De cómo el círculo se cierra cuando quedan puertas abiertas

Dos caballeros engalanados se dirigen presurosos al encuentro silencioso de su muerte. Uno encarna la textura estrepitosa de la ruina, con traje negro y camisa roja, y de sombrero una corona de espinas.
Otro sólo es un simple siervo, de los deseos decorosos de una mujer despampanante, irrespetuosa, que lo dirige en línea recta hacia la ruina.
La ruina apresurada por llegar a su destino se aventaja quince pasos de la gloria de la muerte, que se oculta temerosa en matorrales blanquecinos.
Su silueta ya cansada de esconderse asoma triste, con la rabia reprimida de volver a su rutina, obscena, gris, puerca.
Un simple siervo obedece a los deseos de quien ha de decidirle su destino, y se convierte en vida, y renace en tus pupilas.
Otro caballero venturoso y arriesgado no conoce los caminos y las puertas del abismo, y al doblar la esquina se cruza con tus ojos, y conoce la muerte.

19.3.05

Corazón en licitación

Corazón abierto a licitación
pedir información en mesa de entrada
completar el formulario en letra clara
y dejarlo escondido bajo mi almohada.
El requisito indispensable son tus ojos
que pase el tiempo perdido en tu mirada
que destiles poesía en una lágrima
que tu suspiro se convierta en mi calma.
Sólo tienes que tornar mis puños en caricias
y rozarme con palabras el ombligo
que cosquilles con presencia mis entrañas
que te extrañe pero no que te eche en falta.
Dame dos o tres motivos chiquititos
para no poder dormir si no te tengo
y si puedes aunque sea uno solito
para estar aún mas despierto si estás conmigo.
Deberías de ser muy fuertedébil
para transportarme a otro planeta en un instante
para deshacerte en mi pecho cuando duermes
para que tus labios y mi lengua hagan corriente.
Son muy pocos requisitos los que pido
y no soy muy exigente con mis pasos
sólo quiero cumplir con tus anhelos
sólo quiero
poder tenerte

Dando vueltas

En mis breves charlas conmigo mismo
termino siempre en discusión
y en las que no tengo contigo
me lleno de preguntas sin respuesta.
Me había prometido no dar mas de lo que tengo
para no volver a quedar rengo de ilusiones
pero cuando pico en el anzuelo de unos versos
me desangra el paladar y ahí me quedo
atado a un sortilegio que sale de mis caprichos
y acá estoy, desbaratado y sin aliento.
Terco en mi empeño me disfrazo de dureza
y me quiebro por dentro
y no entiendo el sentimiento al que me enfrento
y no te encuentro a vos
y no te entiendo.
Lleno de orgullo o de soberbia
tengo miedo de hablarte y escucharte
tengo miedo a las palabras de tu boca
porque quiero oírte
pero no se si dirás lo que yo quiero decirte.
Colgado de una soga pendulante
me destrozo y me maquino por inercia
me rebalso de gemidos sin objeto
y goteo excesivos pensamientos
pero no les encuentro el sentido
y acá sigo sin respuesta
cada noche
dando vueltas

17.3.05

Hoy no es Domingo

Hoy no es domingo en mi calendario.
Hoy es un día mas
de estos que no suman ni risas ni llantos
en mi historial
en mis manos.
Hoy no estoy en -ningunlado-
estoy acá
y no se por qué
ni se por cuanto.
Hoy es otro día en tu mirada
que cuentagotas
me hunde
mas y mas.
Hoy no es ni antes ni después
no hay temblor
en mi corazón
sólo letargo
alguna siesta
un fuiseremos
ni un nuevo color.
Hoy no me pierdo
en diez dedos
en dos labios
en todo el verde eclipse
en mil años
en un no termines
mañana será pasado.
Hoy no es domingo en mi calendario

Cuando

Vendo el desaliento a mitad de precio,
sólo pido baratijas de escarlata,
un duelo a muerte por retarme,
un par de frases incoherentes.
Sólo pido que ametralles tu pulso al verme,
y que una brisa fría caliente tu cuerpo,
que en tu piel sensaciones tu deseo,
y que abras la ventana para ver un no-reflejo.
Que busques unos labios que apuñalen el tiempo,
que encuentres unos ríos en lenguas de gemidos.
Que inventes cada instante una plegaria diferente,
que creas que mi nombre es la verdad,
y no un delirio.
Que sueñes que te sueño mientras sueñas que te sueño,
que vengas de una vez
y no te pierdas en suspiros.
Yo aquí te espero.