25.8.05

Tu nombre y el frío

Un descuido clavó tu aroma en el aire.
Caricias y pestañas zumbaron a mi lado
y mi muñeca quebró un llanto
al mirarte sin querer.
Cuando recuerdo los anoches
en mañanas rutinarias
la cordura pierde peso e incomoda
la agonía pende de un hilo
que sale de tu voz
como un río de palabras
encaminando mi plegaria
soslayando mi conciencia
inundando mi padecer.
Me siento bien, dirás
te eché de menos, diré
las sombras apagarán su encanto
y las velas tendrán frío
mi rostro tendrá tus ojos
y tu nombre morirá conmigo.