29.12.05

Deducción

Mas ojos sufriría la angostura
y mas piel, desazón.
Sin desangre no habría herida
y sin lápida canción.
Dos alas en la espalda
cansarían la columna
y tus manos con espinas
a mi corazón.
Sin ocaso, penumbra
como la sal sin tu boca
y mas luz te perdería
ciego a oscuras
ablandando el ser de hoy.
Si deduzco tu sonrisa
me acorralo en una duda
y me encuentro solitario
decidiendo entre tus dedos
y tu forma de mirar.
La respuesta llega desnuda
bajo tu ropa
sobre mi piel
a la hora de callar

Hay veces

hay veces, quizás, en que el silencio calla mas que mis palabras.
Hay momentos, dicen, en que las sombras me iluminan el alma.
Hay soles, cuentan, que el cielo pasó por alto, dejándolos dormir.
Y hay tiempos, creo, en que el sol se torna sombra,
cuando el silencio calla, y mi tiempo me oscurece el alma,
vislumbrando el cielo, dejándome dormir.

Cuadro por cuadro

Y te veo, así
cuadro por cuadro
mientras miro dentro
mientras sueño lejos
allá, adonde estoy acá
ahora, tal vez
quizás.
Y me veo, así
tan tonto
desganado
salvo del agua
del calor
y de vos

Si tú no estás aquí

Huelen mis manos vacío
cuando el aire se torna denso
y el calor en mi pecho eterno
si tú no estás aquí
se vuelve pobre
se vuelve a verte
en el silencio y la distancia
en la sombra en taquicardia
en mi piel hiriente
en tus ojos doloridos
en tu reflejo en alto
emanando un verso
recibiendo el calor

Duele

Duele
la inestabilidad del tiempo y de mis palabras
y duele el canto seco de mi garganta
cuando el silencio nos abraza sin distancia
En el vacío inerte de mi calma
en que la impaciencia puede más
y la ceguera se convierte en espejismo
donde la terquedad se apodera de mi piel
y la textura de mis manos duele
y si que dueley sin querer

Ivana II

Si de hablar de tiempo hablara
de contarlo empezaría a suponer
por el brillo de tus ojos cada noche
más tu lengua recorriéndome la piel
con el paso de las horas cada día
con las risas entre sombras escondidas
burlando al silencio
soñando despierto
en cada abrazo
volviendo a renacer.
Si de nombrarte por nombrar nombrara
el frio de tus manos en mi espalda
despeinando desperfectos por mañana
con tu tono tan de nadie y no es por nada
que tus piernas pertenecen a mis manos
más que nada por su afán de recordar
que el espacio es poco
que el calor lo es todo
si me acuesto recostado
a tu piel y a tu merced

Con la sangre ensangrentada

Porque dicen que es verdad
que la noche con tu boca miente
porque es poco el paladar
si la lengua es de serpiente
y envenena la mirada
con sinruido así esparcido
cortando el aire
desgastando la sed.
Porque se que tiembla la razón
cuando la fe no habla de quererte
porque el viento grita hondo
y me obliga a desprenderte
y acobarda mi pisada
con tu sangre ensangrentada
dibujando el antes
maquillando un después

Eterno

En silencio callé dos veces
y desperté despierto
de un sueño eterno
acompañado por la sombra del pasado
y el futuro entrelazándome los pies.
Quizás todo pasó ya
aunque dudes de las horas
aunque pierdas más el tiempo
que caer despierto es cierto
y si duele es de dolor
y si escapas no sos vos

Llorar descanso

Llorar por matar
el llanto desigual que me corroe el alma
el nudo en mi garganta que no aguanta
la presión del tiempo
el silencio de lo incierto
el anhelo de dormir despierto.
Y descansar
mirando el techo sin aliento
abrazado a sus piernas como estacas
suspirando en el oído una plegaria
socavando el descontento
renunciando al puesto de nacer
sobre una piedra impersistente
sobre la ruina de los díassobre la apuesta que fui ayer

Cansancio

Las horas pesan sobre mis hombros cansados
los ojos palpitan sin ver mas allá
ha sido el precambio el sudor en la nada
ha sido el cansancio la mano a matar.
Despacio, sin temores pero con pausas
me precipito a lo evidente en madrugada
lejos de pensar de más
cerca de aquí, lejos de acá.
Y duermo, despierto, mareado al fin
desordenado por dentro
abarajando el tiempo
con los dedos en el pecho
con los pies bien en el techo
con las ganas de llorar

Ivana I

Aprendiendo a cada paso
de tu mano por el tiempo
sin pensarlo siquiera
de la nada brotaste a mi lado
cosechando un fuiseremos
y un sueño en pies descalzos.
Los días pasan sin nombre
las horas no cuentan
la luz son tus ojos
y el silencio nos observa
cuando estás entre mis manos.
Ahora acá me veo
de rodillas en tu asombro
floreciendo entre cenizas
desterrando un te quiero