16.8.16

Something happened

When she first called,
he fell asleep.
Nobody knows why.
He fell asleep.
When she passed by,
He woke up.
Slowly, but woke up.
But when she crossed the street,
far away from there,
he breathed,
deeply breathed,
and started to dance.

Recto, no hay forma de perderse

No mires al cielo
no pidas consejos
sigue el latido de la brújula en tu pecho
y avanza hacia el horizonte.
No hay manera de equivocarse
cuando se sigue al corazón.

Reflexiones sobre el amor

No confíes en quien te jure amor eterno.
El amor fluye, se amolda, se agiganta y también,
se rompe para siempre.
Desconfía de quien te ame sin conocerte,
el amor es confianza, es deseo, es pasión, 
pero también conocimiento del otro ser,
de sus defectos, de sus talentos.
Y huye de quien diga amarte y no pensar en hacerte el amor,
porque el amor con amor se siente,
en la piel, en los huesos, en lo mas profundo de tu cuerpo.
Pero no reniegues del amor, 
de sus virtudes, 
del mundo extravagante al que te transporta,
porque el amor es vida,
alimenta el hambre mas intenso,
las ganas de ser y de existir.
No confíes, y huye,
pero detente cuando lo sientas,
y abrile la puerta,
hacele lugar para que te abrace,
porque por mas que se esfume fugazmente,
sólo el amor al amor enciende.

15.8.16

Carta de invitación

Te invito a perdernos juntos en la noche a olvidar quiénes somos, olvidar los nombres. A cantar a dúo canciones de amor desesperadas, que hablen de soñar, del tiempo, y de vos. O de nosotros. Te invito a comer un pedacito de felicidad, o a comerlos todos, para qué guardar para después si hoy estamos acá con este frío, con esta noche, y con estas ansias de devorarlo todo. Te invito a despojarnos de vergüenzas y temores, y ser mas que una simple voz en la distancia. Te invito a ser mi canción, mi chocolate, mi noche y mi felicidad.

Caro a-precio

La vida es una mierda, dicen algunos ingenuos que no pueden ver la felicidad que los rodea y de brazos abiertos los espera para cambiarles sus días para siempre. La tristeza tiene un poder rotundo pero sobre valorado, es el precio mas caro por cerrar los ojos y mirar pasado, en lugar de abrirlos y soñar futuro. Caro es el precio a pagar por una vida bella, de sonrisas y de canciones gritadas a destajo y voz partida. Caro es el costo de sacarse la mochila, de soltar el lastre, de dejarse elevar dejando todo atrás, allá abajo, allá lejos. Pero siempre hay un militante del amor dispuesto a trabajar en doble turno para pagar el costo de esa tortura, para saldar las deudas de un pasado sin tregua que quiere cobrar con tu felicidad las facturas pendientes. Un soñador herido que te entrega un cheque en blanco para que coloques en él la cifra indescifrable de tus sentimientos. Sólo hace falta que te animes a abrirle la puerta al inversionista de palabras claras que puede ayudarte simplemente a sonreír.

Ella en un mar de gente

En un mar de gente desconocida él la busca, busca verla de lejos y poder distinguirla, única entre la multitud, brillando, sobresaliente, con su luz propia. Y busca encontrar respuesta a la duda que le cierra el pecho, que le saca el aire y no lo deja respirar. Encuentra niños jugando, perros paseando con sus colas alegres, madres con sus hijos en brazos parejas de la mano, amándose. Ella no aparece. La tarde cae, y con ella el frío, que lo abraza y lo cubre, le estremece los huesos, y sube la fiebre. Y ella, ella no aparece.

12.8.16

Caminos y parajes

El devenir extraño de la vida es impredecible.
A veces perverso, a veces gentil, nos pone a los pies servidos caminos nuevos, ya transitados por otras vidas y otros zapatos, pero a estrenar en nuestro venir por acá.
Supone desafíos constantes, rutas con curvas y desiertos rectos, con paisajes que implosionan a ambos lados, a veces destruyéndolo todo, a veces creando mundos nuevos.
La cuadra del barrio, las maderitas de mi abuelo, las uvas del parral que aún conservo en mi paladar. 
La torta de receta irrepetible que marcó mi infancia, el sueño que fui de quien tuvo que partir antes de tiempo.
Las distancias costumbre que hicieron las despedidas algo cotidiano, un hasta luego de tiempo incalculable, un ojalá te vuelva a ver en esta vida con sabor a poco probable.
Las mil margaritas deshojadas por un niño desgarbado, diminuto, que nunca pudo confesar su amor a sus tantos amores inalcanzables.
La mujer más hermosa del pueblo, de sonrisa enorme, de pelo oscuro y brillante, paseando por la calle del centro, inmutable ante la mirada romántica de un adolescente callado en la esquina de aquel banco.
Maestra de la ternura y de los juegos, reservada para niños en cuerpos de niños, en voces de niños, en tiempos de niños.
Las horas eternas jugando al fútbol en el lugar prohibido para nosotros, pero abierto para que multitudes azoten el suelo sin piedad.
Las tarden enteras mirando nada, diciendo nada, pasando las tardes esperando algo que nunca sabremos qué será.
Tantos caminos tiene la vida, impredecible, tiñendo de elige tu propia aventura un destino que está sesgado por todos los costados. 
Recuerdos imborrables y olores tan palpables que no volverán, personas que quedarán por siempre, en la distancia, tan presentes.
Momentos calados hondo como cincel de aire en molde intangible y penetrante.
Tesoros invaluables sin valor alguno para quien no sabe mirar desde mi pensar.
Tantas cosas que quedaron en caminos olvidados, en tiempos lejanos, en el sendero degastado de tanto caminar.
Y ella, que se cruza otra vez por esta senda, y sigue siendo la mujer más hermosa del pueblo, con su sonrisa mágica, con ojos más nostálgicos que entonces, pero cargados de belleza que emana de su alma bella, bella como su sonrisa mágica.

Sólo hacerte el amor, salva

Sólo hacerte el amor tapará tanto ruido,
tanta espera, tanto olvido,
y devolverá sentido a las cosas,
al universo, al mar, a mi puño vacío.
Sólo hacerte el amor vencerá a las tinieblas,
y gobernará sonrisas de pueblo enaltecido,
de victoria absoluta,
de juegos de niños vecinos.
Sólo hacerte el amor te mostrará mi alma,
y encenderá pasiones legendarias,
inéditas, 
de las que nadie antes te habrá podido contar.
Sólo hacerte el amor te encenderá por dentro,
porque el fuego prende al fuego,
y apaga al vacío, y apaga al miedo,
y apaga la duda de habernos rendido.
Sólo hacerte el amor dará sentido al alba,
al despertar tendido con mi pecho revuelto,
con tu cuerpo prendido,
con el profundo eco de todos, todos tus gemidos.

Sin vueltas

Dejame decirte algo.
Voy a decirlo sutilmente,
para no asustarte. 
Voy a entrar en tu mente cuando no lo creas,
voy a volar tus miedos y tus tormentos, 
tu fragilidad y tu cordura,
y voy a apoderarme de cada uno de tus pensamientos.
Voy a cerrar tus ojos para que no me veas,
para que sólo sientas lo que te digo,
lo que te siento,
lo que te abrigo.
Voy a romper cada una de las cadenas
que te separan de mis brazos.
Voy a demoler el tiempo, la distancia, la edad, la altura, y cada uno de tus argumentos.
No voy a dejar que digas nada,
porque tu boca está reservada para mis besos,
no voy a dejar que digas otra cosa más que yo también te quiero.
Vas a soñar que llego a toda hora,
que nos miramos con extrema potencia
y conectamos con suspiros nuestro ser.
Vas a querer que me quede para siempre dentro tuyo, lo vas a hacer.
Vas a decirme despacio al oído palabras simples (ya no me ignores),
y con un beso sutil vas a desmantelar esta postura,
y caeré rendido a tus pies,
seré esclavo de tus manos
y mendigo de tu piel.

Bruno

Su destino era ser amado como ninguno. 
Lo llevaba en la sangre.
Las risas,
los juegos de mi mano,
los cuentos y dibujos,
los viajes y paseos.
Los días eran de colores en su mar de sueños, en su calma clara.
Los deseos ya no eran pasajeros
y sus paredes cálidas retumbaban tequieros.
Pero su gen demoledor torció el destino,
y su sangre pura como su alma
perdió el sentido y la orientación. 
Y me vi obligado a dejarlo ir,
dejando un futuro de sueños rotos,
un vientre herido y en llanto eterno,
un calvario sin tregua, 
un ocaso sin retorno, 
y un amor eterno y compartido, 
porque se fue amado como buscado,
y con él mi alma,
mi ser,
y mi felicidad.
Bruno duerme conmigo en cada tormenta,
fluye en cada lágrima, 
y ríe en cada deseo.
Será por siempre lo que no ha sido,
duerme tranquilo, mi amor perdido.

11.8.16

Quédate conmigo

Quédate conmigo, aunque sólo sea esta noche,
y no dejaré un rincón de tu cuerpo sin su beso.
Déjame explotar todos tus sentidos,
y mañana dime que me vaya, te desafío, te lo pido.
Duérmete a mi lado, que el sueño caiga tras risas y gemidos,
así tendré el amanecer más dulce que jamás haya soñado.
Baja la guardia, ábreme la puerta,
prometo sólo atacarte con pasión, robarte la sonrisa,
desordenar tu cama, volverte loca y huir,
hacia lo mas profundo de tu corazón.

10.8.16

Encuentro de domingo

La miró pudoroso al conocerla, 
bajando la mirada y mirando al cielo,
al cielo celeste como sus ojos celestes,
brillante como sus ojos celestes brillantes.
Sabía que cada palabra definía un todo o nada,
era una delgada línea,
delgada como su figura delgada,
potente como su figura delgada potente.
Cuidó cada susurro y cada gesto,
calmando la ansiedad de ese momento,
tenso como su pulso tenso,
ardiente como su pulso tenso ardiente.
Y quiso decirle tantas cosas,
que quedó en silencio absoluto,
mudo como el silencio absolutamente mudo,
cortante,
como el adiós que ella susurró en silencio tenso, 
girando su delgada figura,
ocultando sus ojos celestes,
dejándolo impotente,
solo bajo ese cielo brillante y ardiente.

Un recorrido por la vida

La edad nos pone maduros, el tiempo nos llena de consejos, los años pasan página y ahí es donde queda sólo lo bueno.
Quedan los recuerdos, los tristes y los mas bellos, los olores de las cosas amadas, los sonidos de las risas pasadas.
Vienen desde siempre los amigos, aún los nuevos, todavía los viejos. 
Y quedan para siempre los que valen vida, los que abrazan fuerte y en silencio.
Pasan los que ocuparon aire, los que llenaron todo y dejaron nada, los que se fueron y allá están, bien lejos.
Nacen raices nuevas con cada luna, y riegan el alma, peinan nostalgias, alumbran moradas.
Pasa el tiempo y vamos creciendo, y vive lo nuevo, y vive lo viejo.
Y queda siempre como reflejo, quienes fuimos lejos, quienes somos aquí adentro.

Jugar

Jugar
como expresión del alma
como explosión del cuerpo
como manera de amar.
Jugar hasta que sangre el tiempo
hasta que sólo haya silencio.
Jugar contigo
a la rayuela
a la escondida
a ser tu deseo.
Jugar a amarte saltando al cielo
a amarte a escondidas
a ser lo concreto.
Jugar como siendo niño
hasta el cansancio
hasta la noche
hasta dormirme aún sin querer.
Jugar
que nada mas importa
que esto es un juego
la vida misma
vos y mi anhelo.
Juguemos...

Huellas

La casa vacía,
los perros ladrando,
el sillón,
y yo...
El gato cazando,
las flores secas,
la soledad,
y vos...
Un anhelo, 
la muerte,
cicatriz profunda,
y nada,
ni nadie,
el fin es hoy.

Siendo hacia delante

Sacando todo lo que hay guardado, que lo que queda adentro duele acá afuera.
Dejando fluir las cosas que no se ven, para dejar de lado bien a un costado lo que molesta.
Tratando de enriquecerse con poca cosa, que dar valor a lo invalorado no es un pecado.
Volando con las palabras en cielo espeso, si falta un beso ya va a caer por su propio peso.
Viajando con la certeza en buenas promesas, que ser completo, aunque no lo creas, va en la cabeza.

Presagio de una noche sin destino

Con el cuerpo cansado por motus propio y la noche encendida en su propio brillo, caminó consciente de cada paso, aunque aturdido por la distancia, el frío y el desamor.
Recorrió paredes, montañas, mares y migajas, y sólo vió que el cielo guía cuando no hay norte, que el río grita cuando uno calla, que el viento sopla cuando se elevan velas y alas.
El día lo alcanzó sonriendo, pensando en que todo sueño ha de recordase en algún momento, que la calma nocturna se parece a su corazón cuando no lo escucha, que la arena en sus zapatos es sólo el eco de lo que fue dejado en el camino.
Así encaró su rumbo, sin rumbo, y miró el sol, quedó ciego, y disfrutó.

Ser

Soy.
Eres espejo.
Somos despojos de un sólo beso.
Seremos manos y todo eso.
Serás lucero libertario.
Será un momento de eternidad el que habrá sido.
Sé, que es lo que importa.
Seamos.

Si pudiera

Si pudiera decir las cosas que escribo, 
ay, si pudiera, decirlas con sonidos.
Si pudiera mirar de frente y no sentir temblores,
decir lo que dicen mis manos y no mi boca,
poner en tus oídos lo que sólo se poner en otro de tus sentidos.
Ay, si pudiera, 
decir lo que digo cuando no lo digo,
ser quien escribe cuando no escribo,
ser lo que soy cuando estoy conmigo.
Si pudiera verte como hoja en blanco,
como un papel, como una pantalla,
y escribir sobre tu cuerpo mis pensamientos,
dejar fluir mis sentimientos,
ay, si pudiera.

9.8.16

Seré

Si, seré quien cambie tu presente y te alumbre como nadie. 
Y serás feliz como nunca, como nunca antes.
Pero no lo sabrás, porque no me animaré a hablarte.
Y encontrarás en mi los sueños perdidos y el anhelo mas fuerte.
Pero no pasará porque no me animaré a buscarte.
Y se que te haré reír cada día,
porque tu sonrisa se enciende como supernova y nada la supera.
Pero no lo veré porque no me animaré a mirarte.
Y seré la calma que llega cuando cae el día,
que te enciende cuando tu cuerpo recorre,
que te eriza la piel en un leve suspiro,
que te eleva y asciende en un abrazo hervido.
Pero no lo sentiré porque no me animaré a acercarme.
Y tu serás todo, mientras yo soy nada,
y seguirás siendo nada, porque me guardaré mi todo,
que es tuyo,
pero me lo quedo,
egoísta,
cobarde.

Sueño de Soledad

Nunca la había soñado desde entonces. Y hoy apareció, tranquila, sonriente, como si nada. Me preguntó cosas cotidianas, de su casa que hoy habito. Charlamos un rato con total normalidad, como si nunca se hubiera ido, pero teniendo en claro que ya no estaba. 
De repente, me voy a bañar, dijo. Y la habitación se transformó en una más grande, brillante, casi vacía, de paredes de vidrio esmerilado que aumentaba el resplandor de la luz exterior.
En un rincón, una cama de dos plazas, de sábanas blancas destendidas.
¿Dónde estamos? Pregunté. ¿Qué es esto? Insistí señalando la cama.
Acá descansas vos, me dijo, sonriente, tranquila, con gesto bueno, como en sus días buenos.
No, por favor, quiero vivir, quiero vivir, le dije.
Y abrí los ojos y desperté, sin entender lo que había pasado.
Nunca la había soñado desde entonces, y nunca tuve un sueño tan claro, y que me pegara tanto.
Aún sigue empapado mi rostro.
A los pocos minutos y en pocas palabras otra de las mujeres más importantes de mi vida me alivió el alma, y en la distancia me abrazo y me contuvo, con toda su luz, esa luz que lore siempre irradia.
Ella vino a mostrarme que está feliz. Que se fue tranquila. Porque así la recuerdo en sus últimos días. Y vino a dejarme en claro, por si tenía alguna duda, que estoy vivo, y quiero vivir.
Y en eso estamos.
Viva la vida.
La que nos tocó, con todo lo bueno y todo lo malo.
La vida que quiero vivir.

4.8.16

Desordenado, un poco

Furiosa medida que arrasa con todo, que todo lo pisa y lo vuelve a elevar, que cura y enferma, que tapa y refriega cuando no esperás. 
Profundos, distantes, capaces de ver muy poco aunque penetrantes. Que te intimidan si me dejás, que nada ocultan si sabés mirar.
La carga que pesa sobre mis hombros cuando sueño anhelos y pienso en desvelos que no se dan. La llama que incendia todo, aunque no ilumina, en mi soledad.
Aroma profundo y fuerte que me conmueve y te hace presente, sabor intenso como yo mismo, como la noche.
Vacías van recorriendo palabras que salen corriendo de mis entrañas, sin entender qué dicen, sin pensar qué lloran, sin creer qué ríen. Vacías, sin objetivo, vacías están.
Describe el tiempo, mis ojos, el amor sin destinatario, el café, mis manos.
Desordenado, un poco.
Estamos, así. Sin más.

Soy

Inerte. Como el dolor en tiempos fríos, sedado por el tiempo, sin conciencia del tiempo.
Inconsciente. Como el amor en mar revuelto, en pecho revuelto, en sueño revuelto.
Trashumante. Como mis pies en invierno, como mis manos en primavera, como mis labios en verano.
Hiriente. Como las palabras en caliente, como una brasa caliente, como el volcán en erupción caliente. 
Débil. Como todo yo tras mi coraza, como toda ella en la distancia, como nosotros tras la marea.
Humano. Con los defectos que eso conlleva, como las palabras que el viento lleva, como el silencio que no me lleva a ningún lado.
Romántico. Como las rosas que no perfuman, como el jazmín que secó sus hojas, como la ruda en una vereda.
Y nada. Como lo que dicen mis ojos cuando no miran, como el espacio que te dedico, como las dudas que aún me quedan.
Y todo. Como el futuro que me depara, como el pasado que no se apaga, como el presente que es más que nada.

Entre risas y palabras

Claramente inagotable surcando tempestades
va latiendo inmóvil hacia un punto sin destino,
y devorando las horas entre risas y palabras,
maquillando el tiempo en que no hay verdades absolutas,
va, inconsciente, hacia el futuro.
Distancias que se acortan con sonrisas,
elevan el piso a un nivel desconocido,
donde pisar con ojos cerrados es obligación,
donde el vértigo es el guía,
donde todo y nada pasa a la vez.
Suenan canciones de manos frías, de miradas,
con eco y desfase,
que recuerdan que no siempre es primavera
cuando afuera es invierno
y acá adentro, nada.