29.4.05

Morir de pie

Desperté empapado
de sudor y lágrimas
dormido aún de pie
y comencé a beber el aire de la casa
tan poblado de soltura
de mordiscos de humedad.
Que traigan la vida
suplicaba mi piel
pero ella no quería
y aún no se bien por qué.
y acá sigo
como un estúpido
mordiéndome los dientes
callando otra vez
por lo confuso de las palabras
que se enredan en la lengua
o en los dedos
fríos y tensos
cansados de no tocarte
de simplemente imaginarte
de morir por suplicarte
de adornarte sin motivos
en las noches olvidadas
en la cama vacía
en la sombra de mis pies.
Me duele la boca
de morder
de no besar
de callar
de no respirarte
de morir de pie.